EL HOMBRE QUE APRENDIÓ A CUMPLIR SUS PROMESAS

´´EL HOMBRE QUE APRENDIÓ´´ Andrés David Huertas Consuegra   tenía 15 años cuando dedicó su vida al Señor. En la plenitud de su juventud, optó por acompañar a Dios junto a otros jóvenes que se vieron impactados por la Palabra. Un templo pequeño en su comunidad de Mapasingue, Ecuador, fue el lugar donde se convirtió en el hombre que aprendió  lo recibieron con amor para educarlo.
No obstante, este chico no pudo mantener sus compromisos. En varias ocasiones dejó de seguir el camino del cristianismo. Las relaciones amistosas lo apartaban de la presencia de Dios y lo llevaban hacia la ruina.
Perdido en su camino espiritual, se entregó al consumo de drogas y alcohol, perdiendo el rumbo de su vida en varias ocasiones. Intentó encontrar mujeres para satisfacer el hueco en su corazón, pero no era satisfactorio. Los amigos con los que pasaba le empezaron a llamar el hombre que aprendió tiempo de fiesta hacían que se olvidara a veces de la triste soledad que sentía al estar alejado de Dios.